El contexto de los países latinoamericanos nunca ha sido el más favorable para nuestra industria, siempre hemos jugado en desventaja con relación a los presupuestos que manejan los países en el primer mundo. Sin embargo, a decir verdad, esta desventaja es nuestro fuerte, esta falta de recursos es el motor de la creatividad latinoamericana y Colombia no es la excepción. Cuando los tiempos duros no cesan, la estrategia y la creatividad no pueden bajar la guardia.

La creatividad colombiana ha venido de menos a más en la última década, cada vez son más las campañas que resuenan no solo a nivel regional sino también a nivel global. Estos buenos resultados inciden directamente en las carreras de los profesionales que los consiguen, desencadenando un efecto dominó que se siente en toda la industria. Con los buenos resultados llega la exportación de talento y esta exportación libera vacantes que deben ser cubiertas por alguien más, obligándonos a todos a asumir responsabilidades cada día más grandes. Ese es uno de los puntos más favorables y también más débiles de la creatividad colombiana, nos encantan las oportunidades de crecimiento profesional que vivimos hoy por hoy y el nivel de compromiso que tenemos todos para llevar esta industria más y más arriba. Pero, por otro lado, en algunas ocasiones nos estamos quedando cortos en la adquisición y descubrimiento de nuevos talentos.

El desafío que enfrentan hoy los anunciantes en Colombia es conseguir mejores resultados con los mismos o con menos recursos y obviamente este reto recae sobre las agencias; en ese sentido el pedido de los anunciantes no cambia drásticamente, ellos necesitan incrementar sus ventas, generar awareness, y mantener el amor de los clientes hacia sus marcas. Lo qué sí cambia de sobremanera, es la forma en la cual se logran esos objetivos. Hoy más que nunca debemos ser más estratégicos, más creativos, hay que encontrarles el valor y la potencia a las ideas sencillas y con un alto nivel de impacto.

Las nuevas plataformas ya no son tan nuevas como se suele pensar: las redes sociales, el gaming, el marketing de influencers y en general todo este mundo digital, es algo con lo que vivimos a diario, no solo a nivel personal sino también en términos profesionales y creativos. El mundo cambió, el comportamiento de los consumidores cambió, y afortunadamente tanto las marcas como la industria publicitaria no fuimos ajenos a este proceso. Como dato curioso y para inflarnos un poco el pecho de orgullo, en MullenLowe SSP3 hemos sido la Mejor Agencia Digital del país por tres años consecutivos.

Pero como no todo puede ser perfecto y siempre tenemos mucho por aprender, sentimos que la gran deuda de la industria publicitaria en esta nueva era; está en la creación de contenido. En el tiempo que perdemos en juntas, en ajustes y en aprobaciones, ya el video del gatito consiguió un millón de likes y la tendencia dejó de ser tendencia. Necesitamos ser mucho más propositivos que reactivos, el content es algo que debe sentirse natural y los procesos internos están matando, casi siempre, la naturalidad.

Todo lo que se haga en pro de una mejor sociedad es siempre bienvenido, y si una niña con un cartel en medio de una plaza pudo y puede hacer una gran diferencia, imaginemos todo lo que las grandes marcas con sus grandes músculos financieros pueden lograr. Así las cosas, el tema no es si las marcas pueden construir o no una mejor sociedad con su publicidad, la cosa aquí es si lo están y lo estamos haciendo de forma consistente y verdadera. No se trata de entrar en el mundo de la sostenibilidad, la diversidad y la inclusión simplemente porque está de moda hacerlo. Debemos ser coherentes en todos los ámbitos de la compañía: producción, distribución y manejo interno de cada marca, no solo a nivel comunicación.

Además de lo que supone para mi carrera profesional asumir este nuevo rol, es un nuevo capítulo de Lowe en mi vida. Lowe fue mi primer trabajo, y trabajé aquí durante 18 años. Tuve el privilegio de iniciar, aprender y crecer al lado de profesionales increíbles que han hecho historia en Lowe, y en el sector, en Colombia y el mundo. Tuve el privilegio de sentir y ver la pasión que ellos le ponían a todo lo que hacían, y el respeto por nuestra profesión. Hay muchos aprendizajes, destacaría la pasión y el amor por las ideas, el interés por aprender y entender el negocio de los clientes, y aportar a la sociedad.

Mis grandes motivaciones fueron, el amor que tengo por Lowe, por lo que ha significado en mi vida, luego de haber sido mi primer lugar de trabajo y haber estado aquí durante 18 años. El respeto y la admiración que tengo por Samper, quien además me ha honrado, confiándome esta gran responsabilidad. Samper me ha pedido volver a trabajar a su lado, para seguir creciendo la agencia, manteniendo el ADN creativo y la cultura de trabajo que la ha caracterizado por más de 20 años, y trabajar de forma integrada con todo el grupo de compañías que conforman MullenLowe Group Colombia.